A medida que el mercado inmobiliario de China pasa a una nueva etapa de desarrollo, surge una nueva visión de las viviendas centrada en la comodidad, la sostenibilidad y el diseño de vanguardia, impulsada por las expectativas de los consumidores y las iniciativas políticas.
En una reciente conferencia de prensa, Ni Hong, ministro de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural, destacó la buena vivienda, un concepto que ha ganado fuerza y apunta al futuro motor de crecimiento del sector inmobiliario del país.
Al profundizar en la visión de la buena vivienda, Ni dijo que si bien sus estándares pueden evolucionar junto con el desarrollo social y económico, la buena vivienda esencialmente se caracteriza por ser viviendas ecológicas, con bajas emisiones de carbono, inteligentes y seguras.
Según los últimos datos, el área de construcción de viviendas per cápita en las áreas urbanas de China superó los 40 metros cuadrados a fines del año pasado, mientras que el área urbana construida alcanzó los 64.000 kilómetros cuadrados en el país.
Los analistas interpretan estas cifras como evidencia del progreso logrado en la expansión del espacio habitable urbano, allanando el camino para un enfoque más refinado en la calidad sobre la mera cantidad en el desarrollo de viviendas.
La transición también se refleja en un nuevo modelo que está surgiendo en el panorama inmobiliario de China: la vivienda de cuarta generación. A diferencia de las junglas de cemento del pasado, estas residencias integran espacios de jardín en los edificios altos.
Estas casas no solo reducen las proporciones de las áreas comunes, sino que también mejoran los espacios habitables con mejores vistas y un entorno diversificado, dijo Xu Yuejin, analista de China Index Academy, y señaló que algunas ciudades ya han ajustado las regulaciones para respaldar esta tendencia.
Los desarrolladores deben centrarse en la innovación de nuevos productos de vivienda que aprovechen estos ajustes regulatorios para satisfacer la demanda del mercado de mejores viviendas, agregó Xu.
Con las nuevas expectativas de los compradores de viviendas, el sector inmobiliario se considera cada vez más como una industria orientada al servicio, que contribuye a la economía mediante la mejora de las propiedades y los servicios existentes en lugar de simplemente construir nueva infraestructura, dijo un informe de CITIC Securities.
Construir buenas viviendas implica no solo una construcción de alta calidad, sino también una mejor gestión de la propiedad, muebles de primera calidad para el hogar y transacciones inmobiliarias de bajo riesgo, explicó el informe. Según datos oficiales, a finales de 2022, aproximadamente el 20 por ciento de las viviendas urbanas tenían más de 30 años. Se estima que, hacia 2040, casi el 80 por ciento de las viviendas existentes estarán clasificadas como "viejas", lo que implicará un mayor riesgo de problemas como goteras en el techo e instalaciones obsoletas.
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