El Ministerio de Seguridad del Estado de China reveló el viernes un caso de espionaje que involucraba a un empleado confidencial clave que desertó voluntariamente a una agencia de espionaje extranjera. Las autoridades de seguridad del estado investigaron rápidamente y detuvieron el acto de venta de información confidencial, salvaguardando la seguridad nacional.
El empleado de apellido Han trabajaba en una importante unidad confidencial antes del incidente. Han a menudo miraba videos de "vida lujosa" publicados por personas influyentes en línea, obsesionándose con una vida de lujo y placer. Las opiniones de Han sobre el dinero y los valores gradualmente se distorsionaron. Para satisfacer la avaricia personal, Han desarrolló la idea de usar las ventajas laborales para robar y vender documentos confidenciales de la unidad en la que trabajaba, a cambio de dinero, según un artículo publicado por el ministerio el viernes a través de su cuenta oficial de WeChat.
Aprovechando la asignación temporal a un departamento confidencial central en la unidad en la que trabajaba Han, Han usó repetidamente discos duros personales para copiar en secreto un lote de documentos y datos importantes de las computadoras confidenciales de la unidad. Para los materiales que no se podían copiar, Han tomó fotos en secreto con el teléfono para conservarlas. Según el ministerio, debido al gran volumen de material robado, Han incluso compró dos discos duros externos de alta capacidad específicamente para las actividades de espionaje.
Después de robar información clasificada, Han ocultó su verdadera identidad en línea y se puso en contacto de forma proactiva con agencias de inteligencia de espionaje extranjeras, diciéndoles que poseía una gran cantidad de documentos clasificados. Han proporcionó una pequeña parte de estos documentos como un "regalo de bienvenida" y recibió una compensación de la agencia de inteligencia extranjera, según el ministerio.
Aunque Han se sintió ansioso después de la primera venta exitosa de información clasificada, decidió correr riesgos nuevamente, impulsado por el atractivo del dinero, e intentó vender los documentos restantes. Han no sabía que estas acciones ya habían sido descubiertas por las agencias de seguridad del estado.
Después de la investigación, las autoridades de seguridad del estado capturaron a Han en solo 48 horas después de la delatación de Han. Cuando los oficiales de seguridad del estado se presentaron ante Han, Han estaba negociando con agencias de inteligencia de espionaje extranjeras en línea, planeando vender más información clasificada, según el ministerio.
Al ver a la policía, Han dijo: "No esperaba que llegaran tan rápido". La pronta resolución de este caso detuvo de manera efectiva el intento malicioso de Han de seguir vendiendo los documentos clasificados fundamentales, eliminando significativamente los principales riesgos de seguridad y salvaguardando firmemente la seguridad nacional. Han enfrentará severas consecuencias legales por estas acciones, dijo el ministerio.
La Ley de Contraespionaje de China estipula que participar en organizaciones de espionaje, aceptar tareas de organizaciones de espionaje y sus agentes, o desertar para unirse a organizaciones de espionaje y sus agentes constituye una conducta de espionaje.
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